Nuestro hogar influye profundamente en nuestras emociones y bienestar.
Pequeños cambios en el diseño y la distribución pueden transformar cómo nos sentimos en nuestro espacio.
La neuroarquitectura nos enseña que, al aplicar ciertos principios, podemos crear un entorno que nos haga sentir más tranquilos, felices y equilibrados.
Principios clave para un hogar en armonía
1. Fluidez y distribución consciente
• Evita la sobrecarga visual y elige una distribución que favorezca el movimiento y la comodidad.
• Menos es más: elimina el desorden para dar espacio a la calma.
2. Materiales y texturas que abrazan los sentidos
• La madera natural genera calidez, mientras que las piedras lisas aportan estabilidad.
• Los tejidos suaves (como lino o algodón) refuerzan la sensación de confort.
3. Iluminación emocionalmente inteligente
• Luz natural = energía y vitalidad. Abre cortinas, usa espejos para reflejar la luz.
• Luz cálida en las noches para inducir relajación y descanso.
4. Colores que potencian el estado de ánimo
• Tonos tierra y neutros = tranquilidad y seguridad.
• Verdes y azules = conexión con la naturaleza y calma.
• Amarillos suaves y tonos cálidos = energía y optimismo.
5. Incorporar la naturaleza en casa
• Plantas, fuentes de agua y materiales orgánicos crean un ambiente equilibrado y reconfortante.
Tu hogar tiene el poder de influir en cómo te sientes todos los días.
¿Por qué no hacer de él un espacio que te reciba con calma y bienestar?
Si necesitas ayuda para rediseñar tu espacio, en VECA podemos guiarte.